domingo, 26 de julio de 2009

"EL CIRCUITO CONDICIONA LA PRACTICA ARTISTICA ...¿ O AL REVES ?"| CHARLA DE CIERRE DE LA EXPOSICION DE JUAN MARTIN JUARES


| Charla para reflexionar |

"El circuito condiciona la práctica artística...¿o al revés?"


[Actividad desarrollada en el marco de cierre de exposición –Intervención de Juan Martín Juares ]


El pasado 9 de Junio en Artis Galería se realizó una charla de cierre de la intervención del artista Juan Martin Jaures .

El concepto de la charla fue reflexionar sobre como en los últimos 10 años a partir de diversas experiencias de autogestión como (24 hs de arte, grup00, mirabile, entre otras etc) fueron impulsando a los espacios oficiales o privados a cambiar su forma de relacionarse con la producción artística, "hace unos años atrás era impensado presentar en una galería la exposición que estoy haciendo en Artis, solo se contaba con rieles y tanzas para hacer un montaje", dice el artista Juan Martin Juares
.


Participaron: Los artistas Fabhio Di Camozzi, Emiliano Arias (Centro de Arte Contemporáneo CHATEAU-CAC) ,Pablo Curutchet y Agustina Pesci (Loba producciones), y Luciana Martinez ( Fundación Mirabile)


Todos los disertantes

Los artistas, Mariano Izquierdo, Luciana Martinez, Juan Martin Juares

Los artistas, Juan Martin Juares, Fabhio Di Camozzi, Agustina Pesci,Emiliano Arias, Pablo Curutchet

viernes, 24 de julio de 2009

viernes, 13 de marzo de 2009

EXHIBIENDO SUS CREACIONES




El pasado 9 de Marzo el artista visitó ARTIS para realizar una charla y presentar sus obras


martes, 30 de diciembre de 2008

MESA CUADRADA Ciclo + SOPORTES




El ciclo de charlas cuyo nombre es "Mesa Cuadrada" posibilita tanto el intercambio de ideas y posicionamientos, como del conocimiento; para dar cuenta del estado o situación de las prácticas artísticas visuales en la ciudad de Córdoba. Se trata así de entender las situaciones contextuales en las que dichas prácticas se desenvuelven, involucrando tres etapas de la realización artística visual: producción, circulación y consumo.
Tiene como objetivos la articulación teórica entre el pasado reciente y el hoy, en torno a la problemática de la inserción de las artes visuales en el medio, relacionada con aspectos tecnológicos, políticos y sociales de nuestra comunidad.
Es un espacio de difusión y construcción del conocimiento, espacio de diálogo y debate, y propone una articulación con otros espacios de exhibición artística, ya sean públicos o privados, e instituciones educativas artísticas.

Jose Pizarro Gabriel Orge

Persona (noticias del hombre) Jose Pizarro


Estamos viviendo un trauma tecnológico, debido a la proliferación de la instancia tecno-científica en cada uno de los desarrollos sociales y culturales del hombre en la sociedad actual. El arte siempre atento a la novedad, no quiere perder su oportunidad de reubicar su función y alentar su destino futuro.
La imagen electrónica describe una situación de crisis de identidad. Cuando sólo cuenta con la conformación de la técnica como fundamento y origen. En paralelo a esto las propuestas artísticas contemporáneas, bajo la apariencia constitutiva de subjetividad, elaboran altos recursos en borrar los rasgos de lo ideológico.
Mientras tanto en la superficie las nociones de realidad, ficción, virtualidad, imaginación, quedan finalmente a la deriva y su personificación se desdibuja. En la ambigüedad se detectan contenidos que contaminan una u otra arista de la imagen. Aislando lo real de su grado de escenificación.
Mientras tanto las cosas suceden, las historias cuentan, las noticias presagian…

Tiempo Objetivo Gabriel Orge


El tiempo es la distancia entre un acontecimiento y otro, es un recorrido, un trayecto temporal sostenido por sucesivos instantes. Su continuidad es un espacio que incentiva el juego, una llanura extendida abierta a la aventura. La cámara fotográfica -por su especificidad- es el dispositivo con la capacidad de interrumpir, sostener, combinar fragmentos de ese devenir caótico, accidentado.
El hombre/fotógrafo/artista se apodera del mecanismo, experimenta sensibilizado por los acontecimientos cercanos que dan forma a su vida. El tiempo objetivo contiene y dispara estas experiencias íntimas.
La creación de imágenes a partir de un hecho lúdico, cargado de azar, motivado por la posibilidad de sorpresa, pone en relación circunstancias personales y sociales.
La charla propone un diálogo a partir de una serie de obras producidas entre 2001 y 2003 exhibidas en la muestra.

Charla Lila Pagola

Lila Pagola Net Art

net.art arte en red
Recorrido por algunas prácticas artísticas en red de Argentina y Latinoamérica
¿de aque hablamos cuando hablamos de net.art?
¿cómo lo hemos practicado desde Latinoamérica?
¿somos low tech / low band?
Una historia muy corta, que ha tenido su "instante invisible", sus "promesas utópicas" y su potencial crítico, sobre unas vertiginosas transformaciones socio-tecnológicas como las que ha producido internet; en un complejo diálogo con el mundo del arte.

Game Art Mónica Jacobo

Video juegos como objetos cultUrales, populares e interactivos.
Contribuye, la investigacion en torno a ellos, al campo emergente, en el contexto local, de la teoría y practica con nuevos medios.
Game art, producciones en torno al video juego como objeto cultural, y como medio. Relaciona las producciones tradicionales con las digitales.
Game art se puede catalogar dentro de arte y nuevos medios, junto as los denominados net.art y software-art, todos surgidos de la relación arte y tecnología digital. (Jacobo)

Jorge Castro Recursos Tecnologicos







Brian Mackern

Brian Mackern


Brian Mackern / [1996-2008] soundtoys.remixed
El pasado mes de Julio el Chateau CAC ( Centro de Arte Contemporáneo) + Artis Galeria realizò la presentaciòn del Artista Uruguayo, Brian Mackern mostrando"1996- 2008 Soundtoys.remixed"
Soundtoys.Remixed es una selección de obras sonorovisuales basadas enentornos digitales realizadas por el artista Brian Mackern entre los años1996 y 2008. Los soundtoys o "juguetes sonoros" es uno de los focos de interés del artista dentro de su vasta y multifacética producción creativa.Para la inauguración se ofreciò un concierto sonorovisual interpretado por el artista, un remix en vivo y a 3 pantallas, de un conjunto de más de 40 soundtoys de su cosecha. Ademas,Mackern ; ofreciò a su vez un Workshops acerca de su producción dentro del tópico "soundtoy" y "software art" en ARTIS Galeria.El concierto, parte componente de la investigación retrospectiva que Mackern está llevando a cabo este año, ha sido presentado en vivo en la primera noche low-tech del ciclo i-Dissabtes - 2007 en la Caixa Forum de Barcelona,en el Cyberlounge del Museo Rufino Tamayo de Mexico y en el Museo d'ArteContemporanea Donna Regina, Nápoles.

Brian MacKern es uno de los artistas contemporáneos más importantes deUruguay, con un destacado rol en la escena internacional. Su trabajo abarcaun amplio espectro del quehacer artístico, desde la curaduría hasta larealización en múltiples campos del netart y el arte audiovisual. Diseño,programación, hackeo neuronal, tejido de redes creativas, creación ysubversión de interfases, son algunos de los indicadores fallidos de suincesante actitud creativa: imposible de apresar por pensamiento categorialalguno. El trabajo de Brian se orienta hacia la exploración de las nuevastecnologías para producir experiencias estéticas a menudo interactivas, conun alto componente lúdico que desafían los preconceptos y, aúnsubliminalmente, provocan un desfasaje productivo en el usuario.Gabriel Galli, Montevideo, 2008


viernes, 3 de octubre de 2008

LILA PAGOLA-MONICA JACOBO - GAME.ART & NET. ART



Disertan Mónica Jacobo (game.art) y Lila Pagola(*) (net.art)

Los video games o video juegos, en tanto objetos culturales, populares e interactivos, constituyen un incipiente campo dentro de las prácticas artísticas. La investigación en torno a ellos contribuye al campo emergente, en el contexto local, de la teoría y práctica con nuevos medios. Así, el game art, o las producciones en torno al video juego como objeto cultural y como medio, relacionan producciones tradicionales –dibujo, pintura, fotografía e incluso el video- con las producciones digitales.
El game art se puede catalogar dentro de la categoría arte y nuevos medios, junto as los denominados net.art y software-art, todos surgidos de la relación arte y tecnología digital.
www.monicajacobo.com.ar
monicajacobo@gmail.com




net.art arte en red
Recorrido por algunas prácticas artísticas en red de Argentina y Latinoamérica
¿de aque hablamos cuando hablamos de net.art?
¿cómo lo hemos practicado desde Latinoamérica?
¿somos low tech / low band?
Una historia muy corta, que ha tenido su "instante invisible", sus "promesas utópicas" y su potencial crítico, sobre unas vertiginosas transformaciones socio-tecnológicas como las que ha producido internet; en un complejo diálogo con el mundo del arte.
http://www.liminar.com.ar/
lila@liminar.com.ar




Videojuegos y arte.
Primeras manifestaciones de Game Art en Argentina.

Lic. Mónica Jacobo
[i] - U.N.C.



A partir de indagaciones personales precedentes
[ii], sobre problemas como la interactividad y la interfaz, presentes en obras realizadas con tecnología digital, he iniciado una exploración sobre los videojuegos como objetos populares interactivos y sus posibilidades artísticas, procurando con este trabajo, contribuir al campo emergente en el contexto local, de la teoría y la práctica artística vinculadas a los nuevos medios.
La perspectiva que guía esta búsqueda, procura hacer visibles obras de arte producidas en Argentina plausibles de ser ubicadas bajo el campo denominado Game Art, el cual aglutina diferentes producciones en torno al videojuego, considerándolo tanto un objeto cultural así como un medio.
Esta área de tensiones y cruces, vincula a las producciones tradicionales con las digitales, a la práctica denominada Fan Art
[iii] y al arte culto. Su formación comienza en los últimos años del siglo XX, surgiendo esporádicamente en festivales de arte digital e Internet y posteriormente adquiriendo mayor visibilidad con exposiciones temáticas en museos y galerías.


El Videojuego como medio y objeto cultural.

Los videojuegos surgieron en la década del 60´ y alcanzaron la popularidad comercial en los 70´. Su amplia historia de cuatro décadas llega hasta el presente con consolas hogareñas (por ejemplo la PlayStation,
[iv]) juegos para instalar en las computadoras personales, juegos multijugador off y online y aplicaciones para dispositivos portátiles como son los teléfonos celulares.
El juego; actividad y vocablo que compone tanto el término videojuegos como la denominación juegos de computadora, fué estudiado por diversos teóricos y es definido e historizado por Johan Huizinga en Homo ludens, de la siguiente manera:

Una acción u ocupación voluntaria, que se realiza dentro de determinados límites fijos de tiempo y espacio, de acuerdo con reglas voluntariamente aceptadas pero absolutamente obligatorias que lleva su fin en si misma y va acompañada por una sensación de tensión y fruición mas la conciencia de ser algo distinto de la vida ordinaria. (1943:45)

Respecto a la primera parte del término videojuego; requiere que la acción del mismo aparezca de forma visual en una pantalla, originariamente vídeo se refería a los tubos de rayos catódicos (CRT)
[v], que se utilizaban en los gabinetes ubicados en salones públicos y en las consolas domésticas que eran conectadas a un televisor, sin embargo el término pervivió y actualmente los juegos disfrutados en computadoras, consolas o dispositivos móviles con visualización basada en píxeles también suelen llamarse videojuegos.
En cuanto a la denominación, juegos de computadora, el último vocablo alude
a que el software que contiene el juego es ejecutado en un microprocesador.


Mientras en la década de 1980 esta forma de recreación fue considerada una actividad casi exclusivamente para niños, en la actualidad forma parte de la vida cotidiana de personas de un rango etario amplio que incluye adultos.
Es un fenómeno de la industria del entretenimiento que produce dividendos económicos en algunos casos superiores al cine y promueve constantemente avances tecnológicos mediante el lanzamiento de productos que requieren de computadoras y dispositivos cada vez mas potentes.
La proliferación de juegos en la vida cotidiana, los ha convertido en un medio que atrajo la atención de agentes del campo artístico. Los videojuegos como objetos culturales de la era informática, han aportado estéticas definidas, maneras de representar el espacio, personajes que incluso han pasado a protagonizar películas cinematográficas como Lara Croft
[vi], por citar solo una; han recreado géneros como el de aventuras; instaurado otros como los juegos de disparos en primera persona y han dado lugar a la implementación de técnicas nuevas para la creación, llegando a conformar un campo denominado Game Art.


El Game Art.

El Game Art a pesar de las palabras que componen la locución, no abarca obras artísticas relacionadas con juegos de manera amplia. Incluye solo, producciones que giran en torno a los videojuegos, tomando de ellos aspectos diversos como gráficos, personajes, interfases, jugabilidad o sonidos por citar algunos. Las vertientes que han nutrido este campo son varias: una proviene de las comunidades de jugadores en Internet mediadas por las facilidades que brindaron los videojuegos como Doom en 1993 y Quake en 1996
[vii] de filmar las jugadas, que posibilitaron que los jugadores pudieran alardear de sus habilidades distribuyendo sus grabaciones por Internet en las comunidades de gamers y al mismo tiempo inauguró otra posibilidad lúdica; filmar películas al realizar performances en el espacio del juego, grabarlas en archivos y editarlas posteriormente agregándoles sonido o diálogos. Uno de los primeros trabajos de este tipo se llamó Diary of a Camper que fue realizado por un clan[viii] denominado The Rangers y consistía en la filmación de una jugada y la posterior adición mediante la edición de sonido de pequeñas bromas entre un grupo de jugadores representados por sus avatares. Esta técnica de utilizar los videojuegos para filmar películas posteriormente se denominó Machinima vocablo que une las palabras machine y cinema y actualmente se desarrolla como un subgénero dentro de la animación.

Otra línea de creación provino de obras exhibidas en festivales de arte digital donde se mostraron trabajos interactivos que parodiaban a los videojuegos comerciales y piezas de videoarte que tomaban algunos elementos de estos productos como la interfaz o la tipología de los juegos de pelea al estilo Mortal Kombat
[ix] con dos personajes en primer plano golpeándose.

La tercera confluencia proviene del arte canónico y las prácticas emparentadas con el Pop Art de trabajar con objetos de la cultura popular a su vez influenciado por el arte de los fanáticos de videojuegos quienes producen principalmente en Internet para su propia fruición y socialización entre pares, representaciones de sus personajes favoritos en formato de dibujos, pinturas digitales e incluso figuras tridimensionales
[x].

La suma de estos intereses se ha condensado dentro del campo artístico en exhibiciones temáticas desarrolladas en museos y galerías en Europa, Estados Unidos y Japón, donde el enfoque toma tanto la dirección de una perspectiva histórica sobre la transformación de la tecnología de los videojuegos así como la de un guión curatorial que vincula arte y juegos de computadora.
La primera exhibición de este tipo se realizó en 1999, en Internet y se llamó Cracking The Maze - Game Plug-ins and Patches as Hacker Art. curada por Anne Marie Schleiner, en ella se mostraban modificaciones de juegos comerciales realizados por artistas. Entre otras muestras posteriores se destaca por su duración y complejidad World of Games: reloaded exhibida en el museo ZKM, en la ciudad de Karlsruhe en Alemania desde el año 2004 hasta el presente, que coloca a consideración del público la historia del hardware y software de los videojuegos junto a instalaciones artísticas relacionadas con los mismos.


Producciones locales y estrategias artísticas.

En el contexto nacional no se han realizado exhibiciones temáticas sobre nuestro objeto de estudio, sin embargo hemos podido encontrar algunas obras vinculadas a los juegos de computadora: Pulqui II de Ricardo Pons del año 2004. Casa de juegos, CD online de Creación colectiva coordinada por Andrés Oddone del mismo año. 4 minutos 44 segundos de mi autoría del 2005 y Cartonero de Estanislao Florido del año 2006.

El teórico Stockburger
[xi] propone una categorización de las estrategias artísticas en el contexto de los videojuegos que abarca: apropiación, modificación y producción de juegos originales. Consideramos que esta taxonomía puede ser útil para analizar las obras citadas precedentemente debido a que implica diferentes aproximaciones a un mismo objeto cultural de la era digital: los videojuegos, a partir de las elecciones y posibilidades técnicas, económicas y subjetivas de cada artista o grupo de productores.
Por apropiación se entiende el traslado de elementos audiovisuales de los juegos al contexto artístico. Para esto los artistas no necesitan un conocimiento interno de la tecnología de los videojuegos. Esta práctica se emparenta con el Pop Art de los 60´ por la utilización de objetos estéticos y códigos de la vida cotidiana en la sociedad de consumo.
La apropiación incluye hacer uso de los gráficos de vectores de comienzos de los videojuegos, las imágenes pixeladas de la década del 80´, los personajes icónicos como Pac Man, Super Mario, o Lara Croft e incluso personajes de la industria de los videojuegos como John Carmack
[xii], la representación espacial, el sonido y la interfaz.
Los trabajos que emergen bajo este tipo de estrategia son producidos con medios como pintura, escultura, dibujo, fotografía o video, no haciendo uso de la tecnología propia de los juegos de computadora ni la interactividad implícita en ellos.

Cartonero
[xiii]



El video Cartonero, del año 2006 del artista Estanislao Florido nos muestra las vicisitudes de un joven cartonero en la ciudad de Buenos Aires tratando de sobrevivir a los riesgos que su actividad implica.
En el audiovisual se observa como fondo la imagen fotográfica de una ciudad a la cual se le han aplicado efectos para anular las variaciones de color volviéndola mas homogénea a través del uso de manchas. En la parte inferior de la pantalla, un personaje principal es animado con movimientos entrecortados, mientras se escucha música de cumbia villera.
La parte inferior y superior del espacio contienen leyendas con tipografía pixelada típica de los videojuegos de los 80´, que se jugaban en los salones públicos, conocidos popularmente en nuestro país a través de la empresa Sacoa.
Los elementos en pantalla se van modificando: al comenzar el video se puede leer insert coin y press start como si la obra fuera interactiva, de la misma manera que eran los videojuegos a los cuales cita, tras lo cual comienza el movimiento en el video, donde se puede observar al protagonista moverse corriendo a través de la ciudad. Las leyendas son reemplazadas por contadores de tiempo y puntaje obtenido a medida que el personaje va sorteando dificultades en el camino, tales como, macetas que le tiran desde los edificios o perros que lo persiguen, llegando al final del recorrido con las palabras Game Over cuando es atrapado por la policía.
Esta obra se apropia de características como las leyendas que en el videojuego cumplían la función de interfaz y el modo característico de representar el espacio en los videojuegos de la década del los 80´ con su aire de nostalgia provocada por la distancia temporal, para contar en un video la vida de un cartonero, actividad que se instauró desde el 2001 con la crisis financiera desatada con la caída del gobierno de Fernando De la Rua.
Esta obra de acuerdo con manifestaciones de su autor esta planteada dentro del marco de un proyecto llamado Multiplayer, que implicaría la realización de obras con características similares utilizando distintos personajes urbanos.


Casa de Juegos

Casa de Juegos es una obra sonora que se encuentra alojada en el website del Centro Cultural España Córdoba
[xiv] donde es descripta de la siguiente manera:
¨Es un disco online de música electrónica de Córdoba realizado por varios artistas, que compila obras de diferentes músicos electrónicos, generadas con sonidos extraídos de una grabación de 20 segundos que tomó Yamil Burguener en una casa de juegos electrónicos. El público en general puede acceder de manera gratuita a las piezas que componen el disco y elegir entre 3 posibles gráficas de tapa. Cada pieza dura 4 minutos 30 segundos como máximo y se llama Casa de Juegos (ej Casa de Juegos versión de ZORT). El disco es una obra abierta, ya que en la página se encuentra la grabación de 20 segundos como invitación a que el músico que le interese sumarse haga su propia versión y nos la envíe.¨

Encontramos que esta producción puede ser incluida también bajo la categoría de apropiación, considerando que el disco como obra abierta se va produciendo a partir de una primera grabación de los sonidos de un grupo de videojuegos alojados en un espacio común, tomando a estos sonidos como elemento central de las piezas musicales derivadas.

La segunda estrategia: la modificación, demanda un cierto conocimiento del sistema del juego y en algunos casos de la comunidad de jugadores que rodea al mismo.
en muchos casos es necesario un saber específico tanto en la práctica del jugar como de los aspectos técnicos y la programación del mismo.
El artista modifica un elemento estético o funcional del juego en cuestión. Esta intervención a veces crítica o irónica suele denominarse modificación o parche, Estos pueden implicar distintos tipos de intervenciones como: modificar la arquitectura, el mapa, las luces, los sonidos, la apariencia de los personajes, de los objetos o inclusive ciertas reglas del juego.
De acuerdo con Manovich
[xv] las modificaciones o parches forman parte del normal funcionamiento de la industria y la economía de los juegos de computadora; surgieron para mejorara o salvar errores producidos en la programación de los mismos, y ser accesibles para a quienes ya habían adquirido los productos mediante la distribución online. Posteriormente con la aparición de los videojuegos como Doom y Quake de los años 1993 y 1996 respectivamente, pasaron a ser parte del jugar de las comunidades de jugadores, mediante el uso de los editores provistos en forma conjunta con los juegos.


Pulqui II



La obra Pulqui II de Ricardo Pons, es un proyecto multimedia que abarca, un DVD con una obra de videoarte y documentación sobre el tema investigado, un CD con modelos 3D del avión Pulqui II y un libro impreso. El proyecto fué subsidiado por la Fundación Antorchas y exhibido por primera vez en el año 2004 en el Centro Cultural Recoleta. Asume como tema de reflexión los proyectos utópicos que poblaron la Argentina durante el paso de los diferentes gobiernos con sus diversas orientaciones políticas, concentrándose en el proyecto del avión de guerra Pulqui sustentado por el gobierno peronista en 1951.
El video denominado Pulqui II del año 2004, muestra el vuelo inaugural del prototipo de este avión mediante la edición de imágenes televisivas de archivo alternadas con escenas de un modelo virtual de tres dimensiones del Pulqui II, creado por el artista, realizando maniobras iguales a las del avión real.
Este modelo de tres dimensiones fue construido en un programa específico denominado Flight Simulator Design Studio que se utiliza para modelar aeronaves y escenarios para sobrevolar. El vuelo virtual fue conducido en el conocido juego o simulador de vuelo Flight Simulator mientras se grababa la jugada, práctica conocida con el nombre de Machinima que describimos en párrafos precedentes.
El artista muestra el video editado con partes de los dos vuelos: el real histórico y el virtual y pone a disposición del público el modelo virtual para que quien desee instalar el simulador en su computadora y agregar el modelo del Pulqui II pueda hacerlo y de esa manera otorgar al proyecto trunco, la posibilidad de realizarse a través de la experiencia de volar de cada espectador convertido en jugador.




00:04:44
[xvi]




En la obra 00:04:44 de mi autoría, un video en un televisor muestra una animación donde se realiza la acción de atravesar un puente. 00:04:44 es el tiempo que toma recorrer el puente de un extremo hasta el opuesto, tanto en la vida real de la persona que realizó el camino, utilizando el teclado de la computadora como interfaz, como en el espacio virtual. Junto al televisor se ve una silla a escala humana que puede advertirse es igual a otra que aparece en mitad del camino rodeada de sangre.
Para esta obra se utilizó el juego Half Life 2 donde se realizaron cambios previos a la filmación del recorrido sobre el puente, las modificaciones incluyeron cambiar y agregar elementos como la silla en el escenario y eliminar la posibilidad de ser atacado por los enemigos que habitualmente contiene el juego.Los juegos son un medio donde los límites entre lo físico y lo virtual se desvanecen, en ellos el propio cuerpo pasa a controlar un personaje de ficción: el avatar, en una conjunción de virtualidad y presencia.Este trabajo reflexiona sobre la ampliación y la disolución de los limites entre las acciones transcurridas en ambos espacios.La ubicación de una silla del mismo modelo de la que puede verse en el video al promediar el camino refuerza a modo de evidencia, la idea de que la experiencia virtual y la real son intercambiables en el mundo contemporáneo.

La tercera estrategia artística propuesta por Stockburger es la creación de nuevos videojuegos o juegos de artista que no son modificaciones de juegos comerciales. Debido a los presupuestos escasos en relación con los manejados por la industria del entretenimiento, los juegos de artista son realizados en lenguajes como ActionScript (Flash) o Java,
[xvii] que permiten realizar trabajos interactivos con interfaces atractivas y son sencillos para experimentar en Internet sin tener que obtener software específico.
Hasta el momento no se ha podido encontrar esta clase de estrategia artística en relación a los juegos de computadora, en alguna obra producida localmente.

A modo de conclusión podemos decir que el GameArt puede catalogarse dentro del arte con nuevos medios junto con los denominados Net Art y Software Art, por haber surgido de la relación entre arte y tecnología digital, pero a diferencia de estos campos mantiene una estrecha relación con el Fan Art o arte de fanáticos, lo que contribuye a hacer de el un área mas compleja que lo emparenta con el arte del Graffiti y con las producciones artísticas derivadas del Manga y el Animé japonés, manifestaciones provenientes del ámbito de lo popular.
El medio de los videojuegos es capaz de crear mundos virtuales así como de modelizar cualquier aspecto de la realidad, de acuerdo con Machado
[xviii] el mundo convertido en modelos numéricos se vuelve mas comprensible, manejable y en consecuencia mas operativo que el mundo real con su intrincada red de determinaciones.
Los artistas han encontrado en los videojuegos un nuevo lente a través del cual realizar sus proposiciones simbólicas que para ser decodificadas necesitan de un código cultural compartido, vinculado con el conocimiento de los videojuegos como objetos culturales y en algunas oportunidades con la propia experiencia de jugar.
[i] http://www.monicajacobo.com.ar/
Artista e investigadora de arte y medios.
Se desempeña como JTP en la Cátedra Introducción a la Historia del Arte, en el Dpto. de Plástica de la Escuela de Artes. F.F.yH. – U.N.C.
Actualmente cursa el Doctorado en Artes en la F.F.yH. - U.N.C.







Mónica Jacobo - Bio
Ha desarrollado instalaciones interactivas, webart y video instalaciones. Su trabajo se vincula frecuentemente con las ideas de realidad/simulacro/ficción que surgen tamizadas por la incorporación de las nuevas tecnologias en la vida cotidiana. Realizó residencias artísticas en Künstlerhaus Büchsenhausen, Austria; y en el Centro Multimedia México, México DF. Fue becaria de la Fundación Antorchas, del programa UNESCO Aschberg y de la Universidad Nacional de Córdoba. Obtuvo el segundo premio en el Concurso Nacional UADE de Arte Digital/Video Arte 2006; el Premio Asociación de Amigos del Museo de Arte Moderno-Categoría Multimedia, premio MAMbA Arte y Nuevas Tecnologías; menciones en Buenos Aires Video XIII, ICI y el Concurso Prodaltec - Arte Digital 2000 entre otros. Su producción artística se ha expuesto en diferentes ciudades de Argentina y Europa. Actualmente es becaria del Fondo Nacional de las Artes. Vive y trabaja en Córdoba.

Lila Pagola - Bio
Docente (Escuela Spilimbergo y UNVM), artista visual y activista de software libre. Formada en artes visuales (fotografía -Spilimbergo- 1993, grabado -UNC -1998), desde 1992 produce obra en dibujo, grabado, y objeto. A partir de 1995 experimenta con recursos digitales aplicados a la creación de imágenes y piezas interactivas. Desde 1998 se dedica a tareas de docencia, gestión y difusión en el campo del arte y la tecnología a nivel local y regional. Desde 2004 se interesa por la propuesta del movimiento de software y cultura libre, y especialmente por la relación de las mujeres con la tecnología al interior de la comunidad FLOSS y en la sociedad en general, desarrollando tareas de capacitación y difusión en Argentina, Chile, Uruguay, México y Bolivia. Como productora ha integrado colectivos de arte y género (colectivo ellles, colectivo LCDLL) y vinculados a la cultura libre (proyecto nómade, proyecto derivadas, tecnobiografías lat34).

GAME & NET

En el marco del ciclo “Mesa Cuadrada”, el pasado 29 de Julio se realizò la segunda charla “Game & Net Art”, donde disertaron, Mónica Jacobo y Lila Pagola.
El ciclo de charlas “Mesa Cuadrada” que ente caso fue parte del Ciclo +SOPORTE, se dirige a artistas, teóricos, estudiantes, aficionados y sobre todo al público en general que quiere informarse sobre la producción artística contemporánea de Córdoba.



El objetivo del ciclo es el recorrido por algunas prácticas artísticas en red de Argentina y Latinoamérica.
…¿de que hablamos cuando hablamos de Net.art? ¿cómo lo hemos practicado desde Latinoamérica? ¿somos low tech / low band?
Una historia muy corta, que ha tenido su "instante invisible", sus "promesas utópicas" y su potencial crítico, sobre unas vertiginosas transformaciones socio-tecnológicas como las que ha producido Internet; en un complejo diálogo con el mundo del arte. (Lila Pagola)
…Video juegos como objetos culturales, populares e interactivos.
Contribuye, la investigación en torno a ellos, al campo emergente, en el contexto local, de la teoría y practica con nuevos medios.
Game art, producciones en torno al video juego como objeto cultural, y como medio. Relaciona las producciones tradicionales con las digitales.
Game art se puede catalogar dentro de arte y nuevos medios, junto as los denominados net.art y software-art, todos surgidos de la relación arte y tecnología digital. (Mónica Jacobo)







lunes, 28 de julio de 2008

GRACIELA SILES - Construccion cultural del género (femenino)

http://widget-57.slide.com/widgets/slideticker.swf" type="application/x-shockwave-flash" quality="high" scale="noscale" salign="l" wmode="transparent" flashvars="cy=bb&il=1&channel=2882303761537241175&site=widget-57.slide.com" style="width:400px;height:200px" name="flashticker" align="middle">
Hasta el momento presente, la existencia femenina siempre se ordenó en función de las vías social y pretrazadas: casarse, tener hijos, ejercer las tareas subalternas definidas por la comunidad social. Esta época concluye ante nuestros ojos; con la pos mujer de su casa, el destino femenino entra por primera vez en una era de imprevisibilidad y de apertura estructural...

Gilles Lipovetsky


La obra de la artista cordobesa Graciela Siles aborda la temática de género (femenino) con una modalidad de trabajo interdisciplinario, recurre a una ocupación del espacio expositivo, donde a través de su recorrido el espectador se enfrentará a diferentes situaciones sensoriales y de emociones lúdicas e irónicas basados fundamentalmente en la resignificación de objetos y materiales.


Textos sobre el proyecto AMA-DA de Graciela Siles.

AMA-DA nos hace transitar por la subterránea esencia que perturba y que sumerge en un recorrido intestinal por la condición femenina; en un deslumbrante juego que pone luces y sombras sobre los mandatos sociales que la determinan.
Con una percepción irónica de la construcción cultural del género, ridiculiza las pautas y preceptos que someten y a la que se autosometen las mujeres en una suerte de histrionismo omnipotente.
Opone las categorías de lo femenino con objetos despojados de su valor cotidiano en una sorprendente asociación conceptual. Apela a la exageración para poner justa medida al asunto, manifestando una mirada inquietante de una realidad trascendental.

Lic. Guillermina Heredia



Nada en la naturaleza explica la división sexual de las tareas. Claude Meillassoux

A partir del exuberante mundo material de las prácticas y enceres domésticos, desde una estética inmediata a cierta arqueología del “hogar”, y no sin un corrosivo humor, Graciela Siles cuestiona, metafóricamente, las proscripciones inmemoriales a las que se ve sometida la mujer: el orden doméstico, el régimen de ajustes sociales, el adocenamiento dietario, los invasivos dispositivos ginecológicos o el elenco de prótesis cosméticas que regulan un orden de belleza impositiva y homologada al imaginario vulgar –y massmediatico- de “lo que debe ser una mujer.
Estos objetos, dispositivos de una vigencia material y simbólica tan profusa como desconcertante, develan un “micropoder” que opera en el ocultamiento: en lo no-manifestado, en lo aparentemente ingenuo, insípido y hasta aburrido. Sin embargo en nuestra sociedad cordobesa sigue siendo arduo y polémico tematizar los conceptos de mujer, varón, familia (como discurso hegemónico de un modelo de familia nuclear/patriarcal) y su asociación con valores “eternos”, atemporales, “naturales” condicionados por una concepción religiosa que dificulta, y hasta clausura, la revisión de sus sucesivos acomodamientos históricos.
Las fajas verticales de lana de acero (“virulana”) y algodón, con las cuales nos encontramos como la instalación vestibular de la Muestra son, quizás, materiales parlantes de una secreta alianza entre la compulsión por lo pulcro, por el relucir esmerado como rasgo inequívoco del impositivo orden hogareño y el pudoroso -y esmerado- disimulo de los fluidos corporales femeninos.
Los guantes de látex, que se diseminan en damero junto a los implacables relojes, ostentan un cercenamiento anular: ese dedo, adiestrado a la usanza de las tradicionales “alianzas de casamiento” -sello de matrimonio monogámico en nuestra cultura-, se ve liberado, simbólicamente, del peso de tanto precepto sociocultural sin opciones al momento del vinculo marital. Los mismos “dedos” de goma, ahora indiscernibles entre capuchones y preservativos, son, en otra instalación, aprisionado por voraces trampas ratoneras alegorizando al matrimonio como sujeción, o tal vez como esa –innombrable- cárcel que no se ve.
Las básculas parlantes, con su alarido histérico, encienden la hoguera de nuestras vanidades frustradas, el pavor a la no pertenencia, el odio al desobediente cuerpo que se niega a homologarse a una belleza canonizada por el tubo catódico. Allí, sobre el parapeto tembloroso de las definiciones, y desde un juicio implacable a la tozuda naturaleza, todas las artimañas son pocas a la hora del condicionamiento social: esbeltez, agilidad, juventud y tilinguería.
Ama-da no nos propone divagar en una mitología extraña o insólita, no; mas bien nos impulsa, si no a la reflexión, sí a la certeza de sabernos aviesamente condicionados y determinados por una trama cultural de la cual somos pobres autores pero compulsivos actores.

Prof. Guillermo Alessio


Texto sobre el proyecto AMA de Graciela Siles.
Un enorme pantalón de jean y una remera cuelgan del balcón de una casa de fachada azul… estas ropas masculinas forman parte de una curiosa instalación de Graciela Siles, titulada “Ama” (por ama de casa), que comienza desde la escalera. Cada grada, iluminada con focos contenidos en espéculos, lleva impresa la dirección de una página web. La secuencia refleja un amplio abanico de motivaciones que el mundo del consumo tiene disponible para la mujer.Graciela Siles presenta objetos de la vida cotidiana en escalas mayores a las reales: una fotografía que llega al techo, alude a un cálculo de miles y miles de platos lavados en una vida de matrimonio. En otra sala, un broche de la altura de una persona adulta dispara infinitas connotaciones. Otras fotografías refieren a la rutina de la limpieza, entre el humor y la reflexión: la imagen de un balde sobre otra de un trapo de piso, presentada como una alfombra; una composición con tampones, etcétera.
Para Siles son “objetos representados desde un feminismo irónico, que no se muestra en guerra con la femineidad y que no demoniza al hombre”.
El recorrido es curioso. En la escalera están los mandatos sociales (una página de novias y esposas, por ejemplo). A esta introducción, le sigue una descripción de tareas del hogar. Todo está realizado en un lenguaje que sintetiza, en líneas, colores y luces, el sentido del trabajo físico y la resignación. Y en la última estación, está el hombre (¿como otro elemento?) representado en sus prendas planchadas.Para la artista, su obra “gira en torno a viejos y nuevos roles en la construcción de la imagen femenina”. Y el eje es el de la mujer como ama de casa, asegura Siles, un rol que sigue vigente pero que adquiere características cada vez más complejas.

Verónica Molas
Publicado en: LA VOZ DEL INTERIOR, lunes 14 de junio de 2004.

GUSTAVO BLAZQUEZ - Poeticas de la amistad en la obra de Buede y Santaularia





Trascripción de la charla en ARTIS -martes 6 de mayo de 2008.

A mi me parece un tema demasiado gigantesco, el de arte y vida, un tópico básico de la historia del arte del siglo XX; tan amplio que nos haría pensar desde los collage cubista hasta el tiburón embalsamado o el conejo fluorescente de Kac, pasando por el arte de performance, el pop… digamos es todo; además, el termino vida aparece bastante poco pensado cuando se piensa en esa relación arte-vida. Es un tema tan grande que resulta mas fácil pensarlo en chiquito.
Hay algo que vengo pensando desde hace ya un tiempo que son las políticas y la poética de la amistad en la cultura contemporánea cordobesa. Cuando hablo de política me refiero a las relaciones de fuerza, las relaciones de poder que están presentes en toda relación humana, incluso en la amistad. Cuando hablo de poética me refiero a los modos en que esas relaciones de fuerza se hacen. Por ejemplo, en una revista que publicaron los alumnos de la escuela de Letras (de la UNC), Árbol de Jitara, (q salio en estos días) hay un pequeño texto mío donde yo veo la relación entre el uso de dos palabras, o sea, una misma palabra, la palabra gay, pronunciada como guey o como gay, hago un mapeo de quienes usan, y en que momento usan, una o la otra, que es una mala pronunciación del termino gay, pero que es una buena pronunciación en tanto pronuncian en castellano como la escuela enseña.
Lo que veo es, digamos, gay es el termino que usan cuando quieren dar frente a otros una imagen positiva de si, en esos contextos no van a decir ni puto ni maricón, ni trolo, ni nada de eso, van a decir gay; el termino gay, que es el juego lingüístico que hacen, lo van usar para referirse entre sus amigos, que son varones, que son heterosexuales; entonces este juego que hacen, no puedo decir que es peligroso por que gay siempre fue gay, a través de este juego de palabras donde gay lo utilizan en un sentido y gay lo utilizan en otro contexto, allí hay una política, una poética en ese modo de usar las palabras, una política que habla de la relación de la masculinidad y lo heterosexual. Otro ejemplo de estos modos de la poética amistad en la cultura cordobesa contemporánea, es la frase que se utiliza seguido, que alguien es mi amigo personal, ese mi amigo personal – cuando todos los amigos serian personales- realiza de manera muy interesante una división que ya estaba presente en Cicerón, entre dos amistades, entre una amistad verdadera y perfecta, y entre una amistad vulgar y mediocre; esa amistad que era verdadera y perfecta era amistad de unos pocos, de unos pocos en doble sentido: de unos pocos amigos, entonces esa amistad verdadera y perfecta es con pocos, nunca se sabe con cuantos es poco, entonces son pocas las personas que pueden llegar a tener pocos amigos, esas personas son siempre centrales, ejemplos de vida morales, próceres, siempre tienen pocos y buenos amigos. Qué se dice cuando se dice mi amigo personal? se repiten estructuras románticas.
Otro ejemplo que se me ocurre dentro de las poéticas y políticas de la amistad son los clubes, los clubes de amigos, club de amigos del vino, club de amigos del museo, qué políticas de exclusión y de inclusión se desarrollan en estos clubes de amigos? Como ven la amistad es una cosa extensa y no limitada a los clubes. Otro ejemplo: cómo las relaciones de producción, pensemos en el campo del arte, las relaciones entre los artistas, son unas relaciones de competencia, para ocupar determinadas posiciones en el campo y así devenir artistas son pensados en contextos como el nuestro, con un escaso desarrollo del mercado, cómo se dan las relaciones de amistad: cómo los artistas son competidores y son amigos y cómo la cantidad de conflictos que arman al interior de esas relaciones que son al mismo tiempo de competición en una dimensión y de amistad en otra. En estos distintos casos, muy diferentes, donde se realizan determinadas políticas de la amistad, se esta partiendo siempre de una concepción fraternalista, de una concepción familiar, y de una concepción centrada en el oscurismo de lo político, por qué? Si pensamos en que los amigos son como hermanos y la idea de hermandad asociada a la amistad esta muy fuerte en los hermanos y hermanas de la patria, en la idea de lo familiar esta presente lo de padre patria, madre patria, la patria como estado nacional, como una organización política, pensamos patria en términos familiares, en términos de hermandad, en términos de fraternidad. Las relaciones políticas se presentan en estos casos como relaciones de amistad, como de amor al compatriota y que son leídas como relaciones familiares, se lo ama al compatriota como hermano, y eso llevado al extremo como hermano latinoamericano, por ejemplo.
En esta concepción de relaciones de amistad fraternalista, familiar, centrada, sería interesante pensar qué lugar ocupan en esta concepción de hermano fraterno, las hermanas. ¿Cuál es el lugar de las hermanas? Se dice que las hermanos deben cuidarlas, pareciera que no pueden cuidarse por si mismas, cuál es el lugar de la amistad en este contexto, en que los modos de pensar la amistad están guiados por dos preceptos que son i) las mujeres no son amigas entre si, nunca pueden ser amigas y que ii) un hombre y una mujer jamás pueden ser amigos. Luego una amistad perfecta siempre es una amistad entre dos hombres, en ese sentido se trata de una amistad, en esa concepción familiar, fraternalista y androcentrada.
Volvamos al campo del arte. El arte y la amistad, es una cuestión difícil para pensarse, la relación entre el arte y la amistad me implica directamente, dado que un número importante de mis amigos están incluidos en el campo del arte, arte y vida se cruzan en mi vida. ¿Qué hacer frente a esta situación? hay cuatro respuestas posibles, la primera es no decir nada, entonces tendría que cerrar el cuadernito y tomarme el palo, es una posibilidad. La otra es decir todo, y contar todo, Uds saben que fulana, mengano, sultana… pero decir todo no es posible, así como no es posible decir todo, si ni siquiera yo sé qué es todo. Tampoco sé todo, conozco una parte, además ni siquiera ese todo no sería un todo, sería bastante indiscreto decir todo, seria un indiscreto que hace público algo del orden de lo íntimo, sería un traidor, lo que tampoco me considero. No quiero cerrar el cuadernito, no quiero ser un traidor, la otra posibilidad es decir algo, algo que yo quiero decir, como si yo no estuviera implicado, esta es la posición, me parece, que se adopta en el campo de la critica del arte y en el campo de las ciencias del arte. En el campo de la crítica del arte es muy claro como se ocultan las relaciones entre el artista y el crítico de arte, se establece una relación que aparece no dicha en el texto del crítico. Pero ¿quien no sabe como se consiguen las criticas?. La critica se consigue o bien mediante capital económico, las criticas se pagan, en revistas que cobran por publicar artículos sobre los artistas o bien por medio de capital social, el ser amigo de. Mediante el uso de estos capitales económicos y sociales el artista se hace un nombre, que se va haciendo a través de la crítica, y el nombre del artista vuelve a hacer al del crítico, y se alimentan mutuamente. Para que esa retroalimentación se produzca tiene que haber una posición como supuestamente distanciada del crítico, el crítico no esta implicado en una amistad con el artista. La otra es la posición que toma cierta historia del arte, una historia del arte Taschen, que podríamos llamar descriptiva, que yo la llamo puñalada de loco, por que es un artista tras otro, una obra tras otra, una ilustración tras otra, una historia del arte Taschen, por el modo en que publica la historia del arte en unos hermosos libros bien ilustrados, en donde el investigador siempre se coloca al margen, basándose en la neutralidad valorativa de la ciencia, el también se des-implica de la relación de amistad que lo relaciona al artista, esa tampoco es mi condición, yo no soy, no trabajo de critico de arte ni mi campo de especialización es el campo del arte, no es la condición que voy a adoptar. La cuarta posibilidad, es la decir algo, algo implicado o situado, la idea de conocimiento situado es de una filosofa norteamericana, Donna Hanaway quien dice que todo conocimiento es un conocimiento parcial, y que solo podemos conocer el punto de vista de donde estamos situados; conocer el lugar de la situación nos permite conocer, conocer es conocer de donde conocemos. Entonces quiero decir algo sobre arte y vida reducido a las cuestiones de las políticas y las poéticas de la amistad a partir de verme implicado y desde allí pienso dos situaciones, cuando mi propia imagen se volvió parte de una obra de arte por la relación de amistad con los artistas. Una foto mía, terminó siendo parte de una obra de arte, no por azar sino por la relación de amistad que tenía. Ambas situaciones ocurrieron en el Museo Caraffa, y son la obra Estrategias de Aníbal Buede que estuvo en la muestra Interfaces en el año 2006 y la otra obra es Gracias Gauchito Gil de Miriam Santaularia, que estuvo en la muestra inaugural del, llamémosle Nuevo Caraffa, en 2007.
Voy a hablar de esas dos obras, comenzaré con una cita de Joseph Beuys, artista, que es uno de los principales tensores de la relación arte-vida; en esa obra, Cómo explicar los cuadros a una liebre muerta, acción, 1965, Dusseldorf; Beuys dice: “una liebre comprende mucho mas que los humanos con su obstinado racionalismo, le expliqué que basta con clavar la mirada en los cuadros para entender lo que era realmente importante en ellos, sin duda la liebre reconoce mejor que el hombre, la importancia de las direcciones cuando mira a la obra”. Entonces la idea es clavar la mirada en estas obras, tener la actitud liebre. En la primera obra, Estrategia, de Buede, -vale aclarar que tuve contacto con los artistas, los entrevisté- quien dice que esta obra nació cuando no era artista, que nació en Apeiron cuando lo invitaron a curar una muestra. Creó una obra a partir de treinta objetos personales que las personas se llevaron a cambio de cuidarlos, esa era la primera estrategia, Buede dice que –la obra- surgió cuando no era artista y quería tener amigos. En 2001 una obra semejante se presenta en La Nave de los Sueños, Bs As donde hay ochenta fotos personales que el artista exhibe y las intercambia con el publico, quien tiene que dejar una foto suya con su mail. Buede inicia a partir de ahí un intercambio por mail, intercambio que se mantiene con algunas personas, con otros no hay onda. Esta experiencia se va a repetir en otras oportunidades: en Espacio Blanco de la Casona Municipal, en una fiesta de cumpleaños del propio Buede, en Mendoza, en Santa Fe. En el 2006, es invitado a la muestra Interfaces, pero no quería desprenderse en la fotos que iba juntando en todas las muestras y dentro de su vida privada, entonces como no quería perder fotos genera ochenta parejas que estaban formadas por una foto mas un texto. Las personas se llevaban el texto y a cambio tiene que dejar una foto, se partía de la pareja foto-texto y se termina en la pareja foto-foto. Esta obra circula por Museo Caraffa, Córdoba; Fondo Nacional de las Artes, Bs As; y Posadas, Misiones. En estas obras de Buede el espectador se transforma en un operador de un dispositivo artístico de intercambio, comandado por el artista. Nosotros podríamos pensar que la obra de Buede juega en el borde de la desmaterialización de la obra de arte, esto generó problemas porque Interfaces tuvo una parte que era derivadas, entonces querían derivar la obra pero para eso debía estar bajo derechos de autor, registrada, y como la obra cambia, no se mantiene en el tiempo, no puede ser registrada bajo derechos de autor, no entraría en la categoría de obra según esos criterios de autoría o de derecho intelectual. A mi me parece muy interesante como la historia del arte ha pensado esa cuestión de la desmaterializacion de la obra de arte, pero nunca pensó o nunca dice demasiado a cerca de cómo la desmaterializacion de la obra no fue acompañada de la desmaterializacion de la figura del artista; la obra se desmaterializa pero el artista se materializa cada vez más en una figura o en un nombre, que produce mercancías artísticas, obras, que vende en un mercado desmaterializado.
En la obra de Buede no se apela a la representación ni a lo simbólico, el arranca de la obra lo simbólico y la obra se presenta como puro significante, como un ejercicio practico de lo que un sociólogo y artista argentino, Roberto Jacoby, llamaría las tecnologías de la amistad, Jacoby define la tecnología de la amistad, que pone en juego en proyectos como Plan B, Bola de Nieve, Ramona, en los que él participa; habla de las tecnologías de la amistad como el arte de comunicar gente, atravesar fronteras simbólicas, multiplicar el encuentro fértil. Esta tecnología de la amistad estaría en relación con lo que también Jacoby llama las estrategias de la alegría y que apuntan a lo que el Indio Solari llama la preservación del estado de ánimo como objetivo político. En otra obra, Buede teje tramas, como puede verse en el proyecto Redes, en el que, a partir de tres personas asesinadas por la dictadura –Rodolfo Walsh entre ellos-, Buede invita a un número de sus amigos para que elaboren unos textos y él los pone en red, la red se ilustra en la obra, a través de imágenes conectadas como en red. En otras obras el público tejía la red, en ésta el artista la hace, y eso mismo aparece en una obra Inglaterra, que estuvo en Mundo Mix, (Centro de Arte Contemporáneo Chateau Carreras) donde había lucecitas debajo de las cuales había pequeñas imágenes. Allí puede ver uno claramente la idea de trama como elemento preponderante y significante. Sin embargo yo creo, que a diferencia de Jacoby, Buede teje redes en las que él mismo participa como elemento nodal de esa red. Los intercambios son entre él y el público, y no entre ellos. Va acumulando las fotos y los mails, y es él quien hace el intercambio.
Este juego de intercambio se presenta como juego sin conflicto, se cambia, se intercambia, como si se intercambiara figuritas. Y sabemos que los intercambios nunca se dan en condiciones de igualdad. De esas diferencias de condiciones la obra no habla tanto. No hay una crítica, no hay una tensión a la idea de intercambio, que siempre se piensa entre iguales, que es un intercambio endogámico, entre ese grupo de iguales que se va constituyendo. De esta manera yo creo que en esta versión del intercambio, se va reproduciendo, de alguna manera, una concepción fraternalista de la amistad, a través de un intercambio profano que va a ser estimulado por una institución museo, un museo que estimula el intercambio al punto que provee también del dispositivo que permite subsanar las diferencias de condiciones en los intercambios.
La obra de Miriam Santaularia también juega al borde, pero al borde de la hiper-materialización del arte, es una obra constituida por materia, más materia y más materia, y aunque a ella le guste definirse como expresionista, yo creo que está más cerca del pop, especialmente del Combine Painting de Rauschemberg. La obra de Santaularia aparece, podemos decir, como abarrotada, repleta, angustiante en la mediada en que nada, nada, ningún objeto, ningún toque artístico en ella, no es sino simbólico. Frente al tejido de la trama significante de Buede, en Santaularia rige la saturación simbólica, en este universo pesado, insoportable, de un todo simbólico. Santaularia construye un santuario móvil, portátil, su obra se hace un objeto útil, se transforma en artesanía, en esa clasificación en la que arte no tiene utilidad, el arte no es un objeto útil, esto que se transforma en un objeto útil, una artesanía, también pasaría al campo del arte. Sería interesante pensar como, voy a hacer un paréntesis aquí, en esta cuestión de la amistad para pensar un poco en esta obra.
Sería interesante pensar como esta poética en la obra de Santaularia, una poética que la lleva a la artesanía, la búsqueda de la saturación simbólica del espacio, condena a esta obra a su escasa visibilidad para el mundo del arte cordobés, que es un mundo del arte dominado por la por la crítica y por el gusto por el conceptualismo. Las formas artísticas que en Córdoba en los 90 y en adelante toman la posición hegemónica son las que están próximas al conceptualismo o que se acercan a algún tipo de desmaterialización, de experimentación. Las obras que se cargan de lo simbólico están teniendo menos visibilidad. También sería interesante pensar como esta misma poética, que invisibiliza la obra de Santaularia para cierto circuito del arte, por ejemplo no apareció en la primera muestra del Caraffa, vieron que el Caraffa tuvo una doble apertura? una con De la Sota y otra con Schiaretti. En la apertura con De la Sota, que fue entre gallos y medianoche, hubo un conjunto de obras que no fueron expuestas, entre ellas el Gauchito Gil; en la segunda apertura la obra de Miriam es colgada en un pasillo, también es invivizibilizada, no es de las obras interesantes para mostrar por donde aparece exhibida, parece ser que los lugares mas importantes, mas esplendorosos, mas pregnantes, están ocupados por las obras mas conceptuales. Es más cool. Esta invisibilidad de la obra de Santaularia vuelve a la misma obra altamente visible para el público. Este carácter artesanal, hipersimbólico, para el público neófito. Según me cuentan la obra de Santaularia fue una de las que mas atraía la atención del público, donde el público mas se detenía, se paraba, eso me lo contaban las personas que hacían la visita guiada por el museo. Miriam hace de su obra un santuario, con velas y todo; y es en ese puesto sagrado que ella construye e inscribe a su familia, a sus hijos visitando al santuario del Gauchito Gil. La obra tiene una serie de objetos que podrían estar hechos para ser intercambiados, entre estos objetos están algunas fotos, y entre esas fotos hay una donde yo aparezco. Las fotos de los amigos están allí, en esta obra que se plantea como un santuario, como lo ya dejado, no es aquello que puede ser sacado, es aquello que ella, que alguien, ya dejó en ese santuario, es aquello que apunta a la ofrenda, creo que en Santaularia la amistad aparece como ofrenda, como aquello que se dona, como el alimento que se da. Aparece la amistad del lado del exceso, de lo sin límite, de lo sagrado encarnado no por un dios sino por un santo popular. Este carácter del tipo de intercambio al que invita la obra, por que la obra estaba para el intercambio, sin embargo en esa segunda presentación hubo una segunda invizibilización de la obra por parte de la institución arte. La obra se completaba mediante un cartel, con un texto que explicaba un poco lo del intercambio, que fue quitado de la obra. Exceso de palabras, de texto, de elementos significantes en la obra. Este texto, que habilitaba por parte del artista al intercambio, formaba parte de la obra y le daba sentido al conjunto de partes de la obra, a lo ya dejado en la obra. El cartel lo arrancaron, literalmente, quienes colgaron la obra por que en los museos las obras no se pueden tocar. Creo que esto es una nueva intervención, una nueva invisibilización de la obra.
No dejo de sorprenderme, dos artistas de la misma generación, incluso de la misma edad, con maestros semejantes, han tenido los mismos profesores, Santaularia estudio en la Escuela Provincial y después estudió en la nacional y Buede estudió en la Escuela Provincial. Cómo en una misma ciudad, dos artistas, cruzando las mismas calles, los dos cordobeses, semejantes en la posición de clases, con muchas cosas en común, realizan dos obras tan diametralmente opuestas, tan distintas.
Significante, trama, estrategia, fraternalismo en el caso de Buede. Símbolo, nudo, altar, exceso en el caso de Santaularia. Eso realmente me sorprende, y me sorprende más aún que yo haya aparecido en esas dos obras.
Gracias.

viernes, 28 de marzo de 2008

Dramatología de una
una ley que encontró su(s) cuerpo(s).
En nombre del padre
Mirta Alejandra Antonelli
Universidad Nacional de Córdoba Argentina
mantonel@ffyh.unc.edu.ar

“(...) si la excepción es el dispositivo original a través del cual el derecho se refiere a la vida y la incluye dentro de sí por medio de la propia suspensión, entonces una teoría del estado de excepción es condición preliminar para definir la relación que liga y al mismo tiempo abandona lo viviente en manos del derecho.”
Giorgio Agamben, Estado de excepción
“El orden laico, dirá Lengendre, erige como custodios de la sociedad civil al Estado, amo de toda policía (policía en el sentido de los juristas, de poder de policía, de poder reglamentario) y al Padre de Familia, amo de otro absolutismo. Así, esta nueva modalidad asumida por el Poder –operador de legitimidad-, tanto en la familia como en el Estado, responde a una misma trama, a una misma lógica.”
Enrique Kozicki, Hamlet, el padre y la ley
“Esperanza y miedo son las pasiones que someten a otro absolutamente, en cuerpo y alma; en un sentido estrictamente político, es una promesa de seguridad los que les da origen y eficacia como instrumentos de obediencia.”
Diego Tatián, La cautela del salvaje. Pasiones y politica en Spinoza.

Introducción
Las postales de la Argentina del último lustro cristalizan las escenas de “la sociedad civil indisciplinada”, en sus distintas prácticas de dislocación del Estado y de la política como campo: los piqueteros y sus cortes del flujo de rutas o calles, los H.I.J.O.S y sus escraches, los asambleístas y los caceroleros de la renuncia del presidente de la Rúa (diciembre 2001, enero 2002), entre las más condensadoras de los
procesos, prácticas y representaciones que vinculan performance y política en/de la Argentina. Quizás por especulares miradas, la contigüidad del deseo migrante de las resistencias sutura esta iconografía a manera de un álbum a preservar.
Mi trabajo, en cambio, intentará rodear críticamente una dramatología que escenifica un paradigmático acontecimiento. Me referiré al “caso Blumberg”, a partir del cual intentaré demostrar cómo la performatividad de la “sociedad civil” y la “participación ciudadana” encarna un proceso de regresividad de derechos, tanto por la violencia institucional que autoriza como por la retracción de la ciudadanía civil y social que consagran; juridifican las diferencias de clase socio-económicas y operan un particular proceso de “giulianización” de las políticas de seguridad en la post-hegemonía neoliberal de los 90 en Argentina (Pegoraro; 2002: 32-33).
El reclamo e interpelación al Estado por seguridad, como derecho irrenunciable y como bien público, no puede considerarse en sí mismo un reclamo conservador, aun si no se suscribe a una antropología spinozista. Pero, tal como lo sostienen quienes asumen una posición crítica y garantista del derecho, el reclamo no puede resolverse, a nivel de políticas públicas, como reacción a un caso particular y/o como respuesta dirigida a las demandas y motivaciones de sectores socio-económicos específicos (CELS, 2004 a y b; Pegoraro; 2002: 29-30).
En tal sentido, el caso que analizo alimenta al “Leviatán” de Hobbes, al Estado policía, como sede de la violencia legítima, articulado a un componente de clase cuya performance, además, instaura en adelante las condiciones para estigmatizar y criminalizar los rituales ciudadanos de la democracia; es decir, traza la divisoria de una nueva decencia y un nuevo decoro en los cuerpos y prácticas en el espacio público.
Quisiera proponer que el caso Blumberg en Argentina, invirtiendo la teatrocracia (Balandier; 1999) en su espectacularidad y performatividad, invierte el lugar autorizante del “estado de excepción” (Agamben; 2005), en el sentido de que la “sociedad civil” como constructo es aquí la que decreta la suspensión del derecho, su puesta entre paréntesis bajo el argumento de defender al mismo derecho que suspende, dislocando las instituciones del Estado democrático mismo.
Me interesa, sobre todo, abordar la particular puesta en escena del principio estético de la normatividad, es decir, el carácter espectacular o dramático inherente a la construcción de legitimidad para fundar una nueva legalidad, en este caso, referida a la seguridad pública.
Mi argumento es que el caso en cuestión dramatiza, espectaculariza como acontecimiento ese umbral en el que la “sociedad civil” pone cuerpo al y actúa el proceso de sustracción al Estado de su legitimidad para instituir la ley, es decir, la legalidad, mediante rituales y liturgias que, en nombre del derecho a la seguridad, consolidan cofradías del miedo. Trataré de mostrar cómo en el archivo disponible del discurso social y de los reservorios de memoria colectiva de la democracia argentina, el lazo social que sustenta esta dramatización pone en registro simbólico una particular ciudadanía de las pasiones en general, y una ciudadanía del miedo en particular (Rotker: 2000), bajo el imperio de los sentimientos1.
Analizaré el caso sólo considerando fragmentos significativos de su enunciación y visibilidad en el discurso público, en el marco de la tele-tecno-cultura mediática como condición histórica y tecnológica de posibilidad (Derrida) o, en términos de una historia material de los signos, en el marco de la videosfera (Debray: 2002). Respecto a esta última condición, Debray afirma que se estaría en el umbral de pasaje del predominio de la escritura, como régimen semiótico dominante –la grafosfera-, a la videosfera, en tanto régimen predominantemente indicial, de contacto, bajo el imperio de la imagen y sus políticas. En tal sentido, y en relación a mi interés en mostrar la ciudadanía de las pasiones, sostengo que el dispositivo mediático, en su construcción dramatológica de las prácticas, coadyuva a una sociedad de la emoción que empodera al Leviatán hobbesiano.
El caso que devendría acontecimiento
El 17 de marzo de 2004, los medios nacionales argentinos informan el secuestro extorsivo de Axel Blumberg, joven de 23 años, hijo de un ingeniero textil de Buenos Aires. La crónica reporta que el secuestro se había producido en momentos en que Axel,
1 .- La problemática referida es objeto de nuestra investigación actual y articula dos proyectos “Cultura mediática, pasiones y política(s). El `lazo social´en la construcción de actualidad (Argentina, post-estallido 2001)” y “La ley de Seguridad Pública de la Provincia de Córdoba. Construcción de legitimidad e institución de legalidad”, ambos radicados en el Centro de Investigaciones Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba (UNC). El primero de ellos cuenta con subsidio de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC. Para el segundo de ellos no contamos aún con financiamientos, por lo que se está realizando ad-honorem y con recursos propios de los investigadores , docentes, estudiantes y miembros de Casa del Liberado Córdoba, organización no gubernamental con la que se ha acordado el proyecto en el marco de acciones de resistencia y disputa al Estado provincial por la definición política de la seguridad y sus efectos violatorios sobre los sectores más vulnerados.
en casa de su novia, luego de despedirse de ella, se dirigía a su automóvil para regresar a su domicilio, al que nunca llegó. Silencio mediático durante una semana.
El día 24 de marzo, se cronica el hallazgo del cuerpo del joven, asesinado, sin que sus padres hubieran podido concretar el pago exigido por los secuestradores. El día 25 de marzo, en el discurso mediático –por tanto público- se instala ya el caso como conmoción y el joven comienza, con tono íntimista y próximo, ha ser llamado simplemente Axel. Los medios referencian el caso en una exigua pero acelerada casuística. Puesto que el secuestro express como violencia y tipo de delito involucra a personalidades notables, particularmente “a los ricos y famosos”, es de alta noticiabilidad, aunque en Argentina es una modalidad de delito cuantitivamente irrelevante si se lo compara con otros paises de la región.
La figura de su padre, Juan Carlos Blumberg, el ingeniero, comienza a colonizar la actualidad mediática. Desde el dolor consanguíneo ante la muerte de su único hijo, el padre despliega, junto al ejemplar perfil del joven asesinado, una programática de acciones ante la clase política, las distintas jurisdicciones gubernamentales, judiciales y policiales.
A una semana del hallazgo del cuerpo del hijo, Blumberg convoca y concreta una de las marchas más multitudinarias que se hayan registrado en la Argentina desde el retorno de la democracia en 1983. La asistencia es estimada en 150.000 personas por algunas fuentes y hasta en 250.000, por otras. El 23 de abril, con la consigna “Todos por Axel” otra multitudinaria marcha, estimada entre 90.000 participantes por los organizadores y más de 40.000 por algunos medios, el padre lleva al congreso argentino un petitorio para transformar las leyes penales y el sistema judicial-penitenciario. El caso había alcanzado dimensión nacional; se buscaron firmas en todo el país para lograr los dos millones de adhesiones necesarias para refrendar la legitimidad del petitorio ante un congreso que parece sólo aguardar para darle “forma de ley”.
Los efectos de este proceso de participación encabezado por el padre del joven asesinado, son tales que han significado un cambio en el plan de seguridad nacional, ha vuelto aceptable la injerencia del Manhattan Institute como experto internacional en materia de seguridad y ha logrado ya la sanción de una ley de seguridad provincial de
neto carácter violatorio de la constitución nacional y de los pactos internacionales sobre Derechos Humanos suscriptos por Argentina2.
Analizaré la eficacia simbólica de esta “sociología que no procede por enunciación sino por demostración mediante el drama” (Balandier, idem, 9-10), en la dimensión mediática de la cultura, por la cual ha irrumpido en la memoria pública un proceso de neodecoro ciudadano, un adecentamiento del imaginario de la sociedad civil, y una neo-ritualización civilizada de la legitimidad del reclamo “democrático” que constituye, a mi juicio, una constatación de la eficacia de una cultura autoritaria y antigarantista, ahora en medio del escenario democrático cuyo pathos social es la inseguridad, en la que se enlazan el miedo y la esperanza de conjurar la amenaza de la violencia social.
I.- La muerte del Impar. De la crónica policial al cuerpo significante
El 24 de marzo de 2004, en la 28 ª conmemoración del último golpe de estado en Argentina (1976-1983), los medios nacionales ponían en discurso público, con distintas valoraciones ideológicas y ponderaciones políticas, el ritual por el cual el presidente Kirchner (2003) le ponía cuerpo al Estado para pedir perdón a la sociedad argentina por las leyes mediante las cuales los precedentes gobiernos democráticos (Alfonsín, 1983-1989, Carlos Menem, 1989-1999) habían beneficiado a los responsables del terrorismo de Estado. En el edificio de la tremendamente célebre ESMA, Escuela de Mecánica de la Armada, emblema de los métodos de detención arbitraria, tortura y desaparición de personas durante la dictadura, el Presidente tomaba posesión, en nombre de la sociedad civil y de los derechos humanos, del lugar de memoria más cristalizado por las violaciones de derechos por parte del estado terrorista.
2 . Es el caso de la recientemente sancionada Ley de Seguridad Pública de la Provincia de Córdoba, nº. Ley nº 9235, fecha de sanción 4 de mayo 2005, enviada a la Legislatura Unicameral como proyecto del Ejecutivo provincial, que tiene mayoría parlamentaria. Ya como proyecto oficial fue objeto de durísimas críticas por su carárter violatorio inconstitucional. El proceso que precedió a la sanción de la ley a nivel de construcción de legitimidad contó con la visita y la convocatoria a marchas en la ciudad capital de Córdoba, por parte de Blumberg y acompañó a los expertos del Manhattan Institute en ocasión de entregar al gobierno provincial un informe sobre seguridad que fue referido por los medios locales pero al que nunca se ha tenido acceso público. Pionera en Argentina por su carácter violatorio en la materia, laley de Córdoba es actualmente usada por Blumberg como “exitoso caso y ejemplo” en la propuesta que ha presentado al Ministerio de la Nación para que sea adoptada en todo el país.
En la información de ese mismo día, aparecía con relevante presencia, la noticia del hallazgo de Axel Blumberg, hijo de un ingeniero textil, joven víctima de un secuestro express en Martínez, una distinguida zona de Buenos Aires, seguido de asesinato. Con la disparidad de destinos que lo noticiable le depara a los casos y a las crónicas policiales, la muerte de Axel estaba llamada a colonizar la actualidad mediática. Sólo una semana había transcurrido desde que el “caso” ingresara como parte de la crónica policial. En un solo día, del 24 al 25 de marzo, los medios instalarán el imperio de los sentimientos en nombre propio y los usos políticos de las pasiones.





Fotos Clarin

Soporte de los valores ejemplares, en cuerpo y alma. Blanco, rubio, de ojos celestes, Axel es el ícono la leyenda dorada, sede de todas las marcas legítimas: joven sano y estudioso; ya casi ingeniero teniendo sólo 23 años, abanderado del Instituto Goethe, era inteligente, afectuoso, realizaba atletismo, tenía muchos amigos y una novia estable, trabajaba con el padre, etc. Capital social, capital económico y cultural, cuerpo decoroso del blanco europeo, el Impar también es sede de la herencia de valores que se reciben por consanguineidad, por herencia familiar: hombre de bien, honorable, cristiano.
3 .- Agradezco a mis estudiantes Lucía, Angie y Laura el valioso material de archivo que produjeron en el marco de su estudio del caso Blumberg en el diario Clarín, el primero en tiradas dentro del mercado de consumo cultural argentino.
“La cruzada por Axel” fue el enunciado –consigna que, en el marco de elementos rituales y litúrgicos ecuménicos, entrará en un tráfico de sentido sacralizados y elevará su figura ficta a un estatuto crístico.

El Padre Impar


En este estado de excepción declarado por el padre, término que funda la metonimia con “la sociedad argentina toda”, se despliega el fundamento estético de la ley, la teatralidad constitutiva de la normatividad, ahora en el dispositivo mediático como condición de posibilidad y bajo el imperio de las políticas de la imagen-índice.
Kosicki afirma, en la herencia de Legendre, que la institución es una unidad tópico-normativa y, como en la noción foucaultiana del discurso en tanto ritual (Foucault:), sostiene que:
“Si la normatividad supone, ante todo, el señorío de las formas, bien podemos decir que ese formalismo, con su formidable instrumental simbólico, responde a la definición de rito. De allí que la eficacia del mensaje de legalidad –en tanto rito, precisamente- está determinada, ante todo, por el “lugar” desde donde dicho mensaje es emitido, el lugar ritualmente investido por la Ley, es decir, la escena pública, la escena de la Ley. La noción de autoridad está atravesada por la misma secuencia conceptual.
(...) ese “buen” lugar habilita tanto al mensaje como a su emisor. Va de suyo que lugar debe ser entendido, conceptualmente, como lugar tópico, como escena, como sede (como el latín sedes, el lugar fundante, habilitante).” (Kozicki: 77)
En su dimensión política, el cuerpo significante del padre visibiliza, biologiza y encarna el lugar/nombre/función/ habilitante de legitimidad en un proceso de dislocación y re-emplazamiento del poder de legalidad. La sede misma para enunciar la ley, ahora, se afinca en el cuerpo del padre. En esta dramatología de la legalidad y su legitimidad fundadora, el caso Blumberg es el ritual en el que se exhibe el ritual que sustrae al Estado el lugar del poder autorizante y legitimante, mediante la retórica de la excepción encarnada y la lógica del impar –muerte impar, hijo impar, padre impar-. Imaginariamente, se fusiona la sociedad civil en el uno/sin par, el único que puede elevar la naturaleza del vínculo consanguíneo a estatuto de una ley por enunciar. Es la filiación la que enlaza con la función padre, en tanto función de institucionalidad pura. El padre es el cuerpo significante del estado de excepción, marca el hueco en que el sistema jurídico se pone entre paréntesis, se suspende en su fuerza de ley, para garantizar su continuidad, ahora, desde ese cuerpo/función como sede de la nueva enunciación.
Desde el telón de fondo de la historia del pasado reciente y de la memoria del presente con relación a cuerpo y política, en el archivo disponible del orden del discurso
social y en el repertorio de la memoria societal, se ha ido sedimentando y reactualizando una genealogía de mujeres – las Madres, desde 1977, y luego las Abuelas de Plaza de Mayo- o bien de ambos progenitores – el caso María Soledad Morales- cuyas prácticas, y representaciones están inscriptas en el proceso contra la impunidad y por la justicia denegada o ausentada del Estado4. Esta progenitura invertida se filia en las violencias polimórficas donde las madres/los progenitores se han parido como deudos de sus hijas o hijos, desde la violencia del terrorismo de estado hasta las incesantes violencias institucionales del estado democrático, y esa deuda del linaje invertido, que es también el lugar de una acreencia de justicia ante el estado y sus instituciones, los ha emplazado en el espacio público como sujetos de acción .
El caso Blumberg irrumpe en el archivo y en el repertorio inscrustando, literal y simbólicamente, el nombre del padre. Ley masculina, figura del padre que viene a conjurar el desorden con la (re)enunciación de la ley que se hará cuerpo normativo del estado de derecho ahora, al fin, enunciado.
En el desvío que traza el padre ciudadano, el caso singular condensa la gesta de una ciudadanía que pare leyes sobre el cadáver de un cuerpo pleno, emblema del orden integrado, ícono de la sociedad. Incontaminado, el nombre/cuerpo portador de las trazas de los valores consagrados, sostiene la saga del reclamo por justicia y contra la impunidad, adquiriendo el estatuto de una consigna de ley; no de su cumplimiento sino del ritual instituyente que amerita una nueva legalidad, una nueva fraternidad: la que se vuelve imaginariamente posible contra, sobre las ruinas del estado y del sistema político como función simbólica de la ley.
Entre la prolífera (y por definición siempre abierta) casuística de impunidad de las fuerzas de seguridad y de las víctimas inocentes de la violencia institucional, la enunciación de la ley se engendra desde un caso sin par; Impar. Su singularidad de víctima adquiere el estatuto de la muerte insoportable; la que priva a una sociedad de su exponente más realizado y ajustado a las normas y valores legítimos. Encarnando el conjunto de signos que consolida el modelo de orden e inclusión societal, su muerte quiebra y traspasa el umbral de tolerancia. Se trata, además, de una vida con proyecto; lanzada al futuro ahora segado.
4 .- Retomo aquí algunos desarrollos de “¿En nombre del padre? De la fraternidad, pathos social y política(s), Cuadernos de Nombres, Filosofía de la fraternidad, 2, noviembre de 2004, Córdoba, 151-158.

Postal cívica: del grito de la pasión a la letra de la ley. O cuando Hobbes se maquilló de Spinoza.
Por la envergadura del proceso al que me refiero, por su fuerza instituyente, me permitiré compartir, in extensum, algunos registros significativos mediante los cuales ingresó al discurso público-mediático la simbólica de la normatividad teatralizada, por la que, como he dicho, la inseguridad se gestionará desde el padre como ciudadano probo que, además de la filiación, puede asumir la escena donde lo viviente se inscribe en la sacralidad como instancia a/no política. Casi con el valor de un acta de fundación, los medios inscribirían lo que se puede considerar, en sentido foucaultiano, el nuevo archivo de la memoria de la democracia como proceso civilizatorio y estado de derecho: imaginario moralizado del reclamo de todos por uno, de uno por todos, el registro de las prácticas de la escena fundadora de la nueva civilidad, la escenografía del adecentamiento de la sociedad civil, el neodecoro de las prácticas ciudadanas, entre la liturgia religiosa ecuménica y el ritual mágico de conjuración del miedo: el padre que educa en la civilidad decente, por lo que, en el mismo proceso, traza la nueva divisoria entre prácticas y representaciones primitivas y criminalizadoras. Compartiré primero un fragmento de esta iconografía fundadora y luego su registro verbal en tres fuentes del periodismo gráfico, dos ellas ocupan los dos lugares del consumo de noticias a nivel nacional en Argentina:
La movilización de ayer quedará registrada en la historia como la más conmovedora y dramática, además de multitudinaria, de las últimas dos décadas5. Más de 200.000 personas se congregaron ayer en las inmediaciones del Congreso para reclamar por seguridad y justicia, dos valores elementales para una sociedad organizada.
Juan Carlos Blumberg, padre de Axel, dirigió un emotivo mensaje a la multitud. Reclamó leyes más severas para penalizar los delitos de secuestro, violación y homicidio. Pidió que se reduzca la edad para la imputabilidad de los menores y que la portación de armas no sea excarcelable.”
“A la marcha se sumaron grupos piqueteros. Como había pedido Blumberg, no llevaron identificaciones de sus agrupaciones (salvo algunas pecheras) ni palos ni hubo rostros cubiertos” (El subrayado pertenece a la nota original). Clarin
“Unas 250.000 personas dijeron basta a la inseguridad
El secuestro y crimen de Axel movilizó a una multitud. Sin banderas políticas, con velas blancas, la gente exigió seguridad. El papá del chico pidió endurecer leyes y cambiar a la Bonaerense. (...) Fue una de las mayores concentraciones desde la vuelta de la democracia. Y en todo el país hubo actos similares.
En los vidrios de los autos (eran cientos) tenían pegado un volante con la foto de Axel. Y también hacían flamear banderas argentinas. No hubo banderas políticas. Al llegar a la avenida 9 de Julio y Del Libertador encontraron micros llenos de gente que iba al acto. Como un símbolo, la gente mostraba velas blancas que luego iluminarían la noche como nunca antes se vio en una protesta.
A las 19, frente a Congreso, el público empezó a prender las velas, pasándose el fuego unos a otros como si se tratara de un rito religioso. Cerca de la valla se veía gente humilde, muchos con modestas cartulinas que aludían a familiares, víctimas de la inseguridad o violencia policial.
En el resto de la multitud se destacaba gente de distintas clases sociales (mayoritariamente de clase media) que se sumaba sin cesar.
A las 19.15, cuando Blumberg apareció frente al micrófono colocado en la explanada del Congreso, la multitud lo aplaudió durante unos minutos. Con la mano derecha sobre su corazón, el hombre agradeció. Luego, dijo que la manifestación era la manera de "decirle basta a la injusticia".
"Hoy, Axel es el hijo de todos ustedes", afirmó emocionado. Su esposa, María Elena, se sentó en un escalón y se puso a llorar. Después, se cantó el Himno y, al final, Blumberg pidió un minuto de silencio, como homenaje a su hijo "y a todos los otros chicos" que sufrieron situaciones similares. Sólo el ruido de un helicóptero y gritos de gente que estaba en Rivadavia y Riobamba (no escucharon el pedido) rompía ese silencio.
El Coro Kennedy cantó entonces "El día después". Luego, Blumberg habló 25 minutos. Su discurso fue fuerte pero medido. "Todos los que estamos hoy aquí nos convocamos para decir basta de injusticia, para que nos den seguridad y velen por la vida de nuestros seres queridos", afirmó.
El papá de Axel recibió una ovación al reclamar mayor compromiso de funcionarios y jueces contra la delincuencia. Dijo: "Hay jueces que están mucho
5 Excepto otra indicación, destacado mío.
más cerca de los delincuentes y de los asesinos que de nosotros, la sociedad". Pero rechazó abucheos contra legisladores y políticos. "No, no, siempre en democracia", afirmó. Algunos quisieron imponer una consigna pidiendo pena de muerte, pero la multitud no la aceptó. Ya la gente empezaba a desconcentrarse. En los alrededores del Congreso, sobre monumentos y en varias esquinas podían verse todavía miles de velas blancas que seguían encendidas, proyectando su luz.
“La movilización de ayer puso en evidencia los miles de casos anónimos de familias destruidas por el avance impune de la delincuencia. Pancartas con víctimas de delitos y familiares que narraban historias que no tuvieron espacio mediático se multiplicaban sin cesar. (...)Durante el discurso de Blumberg, que fue precedido por una emotiva actuación del Coro Kennedy, el encendido de miles de velas abrió las puertas a un espectáculo sobrecogedor. A partir de este inconfundible mensaje de la ciudadanía, habrá, seguramente, un cambio sustancial en el abordaje de las políticas de seguridad. Anoche, el Gobierno aún estaba conmovido por lo que acababa de ocurrir”. Infobae
Un gran clamor: seguridad
Una masiva y pacífica movilización que, según las estimaciones, reunió a más de 150.000 personas en torno del Congreso Nacional para reclamar seguridad, mayor severidad en las leyes contra el delito y para exigir justicia por el secuestro y asesinato del joven Axel Blumberg, derivó en una manifestación frente a la Casa de Gobierno, donde la multitud le reclamó al presidente Néstor Kirchner cambios en la política de seguridad.
Ante la contundencia del clamor, con una convocatoria independiente nunca vista en las últimas dos décadas, el Presidente, apenas bajó de su avión, a las 21.30, en Río Grande, Tierra del Fuego, dijo que "hay que limpiar la policía bonaerense" y agregó: "Si la situación no se toma en serio, se hace muy difícil, a veces, luchar solo". La declaración se entendió como un mensaje para el gobernador Felipe Solá, anoche en el centro de todas las críticas.
Sin embargo, en la Plaza de Mayo, una multitud que se había desconcentrado desde el Congreso le reclamaba al Presidente: "Movete... pingüino... encontrá a los asesinos!", y con velas en la mano y agitando banderas argentinas abucheaban en dirección a los balcones de la Casa Rosada, donde se habían cerrado las ventanas. (...)
Una hora antes, alrededor del Congreso, la multitud, mayoritariamente compuesta por integrantes de la clase media, desbordó espontáneamente todas las calles. En las avenidas Callao y Entre Ríos, se apiñaba a lo largo de siete cuadras.
Un mar de velas encendidas, protegidas de la brisa con vasos plásticos, tapizó la plaza del Congreso, totalmente cubierta por vecinos que se movilizaron por su cuenta desde los barrios de la ciudad y localidades del norte, el sur y el oeste del conurbano bonaerense.
Desde Adrogué, Banfield, Castelar, San Isidro, Martínez, La Horqueta, hasta Belgrano, Núñez,Flores, Caballito y Recoleta, los manifestantes llegaron en colectivos, subte o estacionaron sus automóviles en los alrededores. No hicieron falta micros o punteros políticos.
Los empujaban la exigencia de cambios, la indignación y el reclamo de seguridad y justicia. Sentían que cada uno de sus hijos, ya sea sobre sus hombros, de la mano o en cochecitos que empujaban madres bien maquilladas, podían ser Axel.
Juan Carlos Blumberg, desde las escalinatas del Congreso Nacional, flanqueado por el Coro Kennedy, a las 19.15, les dio la razón: "Axel es el hijo de todos ustedes". Los aplausos se confundían con los gritos que exigían justicia. Algunas señoras contenían sus lágrimas con pañuelos, cerca de donde estaban reunidos familiares de muertos a manos de delincuentes comunes y de los de uniforme.
"Axel nos está iluminando para exigir cosas para nuestra sociedad, cosas simples para que nuestros hijos puedan disfrutar de la vida y no sean asesinados. Por eso, vamos a pedir una serie de pautas a los senadores y diputados", dijo Blumberg, y no pudo terminar la frase por los silbidos que provocó en la gente la sola mención de los legisladores.
El improvisado orador pidió entonces calma con las palmas abiertas: "Ciudadanos, tenemos que luchar, pero siempre en democracia". Los silbidos resurgieron cuando recriminó al Poder Judicial la existencia de magistrados "más preocupados por los derechos humanos de los delincuentes que por los derechos de nosotros". Fue necesario un nuevo gesto pacificador.
La multitud, que seguía el discurso apenas audible desde el fondo de la plaza, volvió a aplaudir cuando Blumberg enumeró las exigencias del petitorio que, tras el acto, entregó al vicepresidente Daniel Scioli y al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño. Las reclamadas reformas legislativas quedaron refrendadas por millares de firmas reunidas por un centenar de voluntarios vestidos con remeras con la fotografía de Axel estampada en el pecho, y la leyenda "Cruzada Axel por la vida de nuestros hijos".
Uno de los reclamos más aplaudidos fue la necesidad de que los detenidos trabajen en plazas y construyan cárceles, y usen uniformes que los identifiquen. "También vamos a exigir al gobernador Solá (silbidos ensordecedores) la reestructuración de toda la policía de la provincia. Debe eliminar a las manzanas podridas, formar una buena policía", reclamó, y la gente abucheó al gobernador.
Luego de salir del Congreso, Blumberg le dijo a la multitud que lo esperaba que los legisladores se habían comprometido a tratar los proyectos. Allí se informó que el miércoles se realizará una sesión especial para debatir tres iniciativas, dos de ellas contenidas en el petitorio de Blumberg, que apuntan a no permitir excarcelaciones en los casos de robos cometidos con armas de fuego ni en las causas por portación y tenencia ilegal de armas de uso civil. Ambos ya fueron sancionados por el Senado, por lo que, de haber acuerdo en Diputados, se convertirían en ley.
En la calle permanecían reunidas más de 150.000 personas, según la estimación de la Policía Federal, aunque la Cruz Roja elevaba esa cifra a 200.000. La muchedumbre se abrió para dejar un pasillo, de modo de que Blumberg pudiera llegar a la Casa de la Provincia de Buenos Aires, en Callao al 200, mientras gritaba: "Nunca más, nunca más".
Con los cabellos blancos desordenados por el viento, Blumberg fue llevado casi en andas doscientos metros por voluntarios de la Cruz Roja y amigos de Axel. En la calle, la gente con velas encendidas se asomaba a los balcones para verlo pasar. El pelotero, en el primer piso del Mc Donald´s de la avenida Callao fue un mirador privilegiado para las familias que lo aplaudían. (...)La mayoría de la gente ya se desconcentraba y dejaba a metros de la casa oficial sus velas encendidas, como si fuera un altar.
Los manifestantes, oficinistas trajeados y vecinos llegados de todos lados, entonaron el Himno Nacional. Sobre las vallas, frente a los policías, colocaron sus velas y pugnaron porque permanecieran encendidas.

La Nación
La puesta en escena del proceso, desde que toma estado público hasta que se sancionan las leyes, tiene el raro privilegio de encarnar, de ponerle encarnadura, a la escena de pérdida de mediación de la clase política, donde el descrédito y la descreencia –crisis de representación- toman cuerpo, se escenifican.
Simultáneamente, la sociedad civil ingresaba, por política de la nominación, como “gente”, colectivo despolitizado, desideologizado y desactivado del componente conflictivo que define lo político como dimensión societal. “La gente”encarnaba el cuerpo que, contingentemente, se entramaba en “la sociedad”, con rasgos de clase social hecho cuerpos, la clase incardinada.
La dimensión política de la distancia, de la mirada (Ginzburg; 2000), como lugar de enunciación y puesto de observación desde donde el dispositivo mediático configuró y fijó el acontecimiento asumía la fuerza legitimante de la regresividad de derechos, operando una fortísima adhesión societal emotiva.
Una multitud casi olvidada en la memoria mediática de los procesos de resignificación del espacio público, casi sin precedentes en las equívocas travesías de la democracia, apaciguaba todo imaginario de virulencia indecorosa, de exaltado
inconformismo, de revulsión del orden o de trastocamiento de los flujos urbanos. El silencio referido, las velas y el rostro multiplicado del joven asesinado ratificaban que se trataba de la “gente”, ampliando el repertorio iconográfico de la democracia fallida en un ritual insospechable de contaminación política. Para las páginas de sección especial o notas de opinión exiguas quedaban desplazadas las voces de especialistas reconocidos que desmontaban los prejuicios, la doxa y el avance antigarantista que ahora, con el petitorio de Blumberg, llenaban de legitimidad el contenido regresivo de la ley, desde el lugar mismo de su enunciación: el padre de Axel.
La capturada escena de la multitud ante el Congreso volvía remotos los vallados de la democracia cercada de poco más de un año atrás, en Argentina post-estallido del tórrido verano 2001-02, produciendo una conversión relevante de un espacio simbólico que ahora fungía como recinto de resonancia de la cohesión social de un sujeto colectivo sin identificaciones sectoriales de ninguna clase, hermanado por ese doble sentimiento de la tragedia que posibilita la catarsis: el temor a padecer, a ser víctima inocente de la misma violencia y la compasión ante el espectáculo del sufrimiento de la víctima. Pero la metáfora trágica parece cesar cuando no hay lugar para la función del coro; ese lugar queda vacante en el montaje y borramiento mediático de toda filiación espúrea con respecto a otros reclamos, demandas, sindicaturas de estafas o fraudes a alguna confianza delegada en la clase política.
La gesta ha sido tanto más expansiva cuanta mayor desconexión ha explicitado de todo contenido político, de toda historización y responsabilización de los procesos socio-económicos e institucionales. El padre interpela y opera como conector de una comunidad de padres e hijos, núcleo de la vida natural, familiar y privada, esa roca dura de la sociedad; la naturaleza. Pero en la naturaleza no todos los hijos son iguales y, por eso, el caso del Impar no debe confundirse con otras y otros hijos muertos, los seres grises, anónimos, los estrictos infames, esos reversos de la leyenda dorada foucaultiana. No, no deben considerarse todas las muertes iguales porque no todas las vidas lo son. Al menos, para enunciar la ley de la nueva confraternidad democrática.
La construcción del caso como acontecimiento con efectos prácticos –legales, políticos, institucionales-, colonizó la temporalidad mediática y los discursos de actualidad, encabalgándose a una suerte de arqueología regresiva de la cultura política y mediática argentina, a la vez que produjo la emergencia de una singularidad. Si la década de los 90 puede escandirse, puntuarse, periodizarse, siguiendo la emergencia de casos de violencia institucional, delitos de autoridad, ilegalismos de las fuerzas de seguridad y de inteligencia impunes, y el comienzo de este siglo viene abonando el imaginario del desamparo con las escenas de los cuerpos segregados, enfermos, desnutridos, de los irreciclables del sistema, el caso Blumberg traza su marca de desvío.
El padre no reclama ante el estado por el ausentamiento de justicia; acciona contra el hueco o falta de la “verdadera” ley, la que aún no existe y sin cuyo advenimiento tampoco será posible la justicia, el acto justo, la veridicción justa.
En este conjuro se reedita la escena paroxística en la que, desde hace más de una década y media, la impunidad institucional, política y económica, los miedos societales mediáticamente productores de otredades asociales o amenazantes vio, en el golpe de ley, en su pura fuerza instituyente, el ritual por cuya eficacia simbólica se capturaría el desfase y el hiato entre el referente legal y la realidad fáctica; entre el acto discursivo y el hecho que impiden la (imposible) comunidad plena.

Los cuerpos otros: de lo ob-sceno a la escena
La muerte del Impar activa el dispositivo de visibilización de las fuerzas de seguridad, del sistema punitivo del estado, imperio de la imagen en el que se ponen cuerpos individuales para conjurar las fuerzas de la amenaza latente, invisible, solapada, ahora hecha materialidad y registro iconográfico. La captura de los cuerpos por la imagen forma parte del ritual de conjuro de aquello que victimiza desde la horda primitiva. Como en otros casos que conmocionaron la actualidad nacional por la física de la violencia material, la irrupción del acontecimiento que conmociona disrumpe bajo el verosímil de la investigación, la pesquisa detectivesca por parte del Estado y de los medios.
Los cuerpos del delito de los autores materiales y los nombres/cuerpos de las autoridades responsabilizadas y en muchos casos removidas de sus cargos, desencadenan la visibilización incardinada del sistema policial, político y judicial. Como decía Foucault, hay, tiene que haber, un cuerpo del criminal. Lo necesita el periodismo y la opinión pública. También el Estado y la clase política.
La muerte de la leyenda dorada – como inversión especular de la muerte de los hombres infames, estrictamente grises y anónimos, leyendas escuetas – requiere echar luz sobre el real clandestino, sobre lo ob-sceno, lo fuera de escena, los ilegalismos del cotidiano de las fuerzas de policía y sobre el cuerpo del Estado. La expansión de esta mirada-des-cubridora se actualiza desde la metáfora de la peste que hay que erradicar.

La incitación al Estado como cuerpo
Como lo ha señalado certeramente Debray (2002), la videosfera instala el índice como nuevo régimen semiótico, por lo tanto, la imagen espectaculariza y demanda cuerpos. EL Estado se hace cuerpo, pone cuerpos al escenario. Remoción de autoridades, declaraciones, conferencias de prensa, etc. , exhiben y materializan la demanda del contacto presente en la construcción del espectáculo político. Lo público del estado se presenta al público. Pero además, se intimiza: los funcionarios reciben a los deudos, se comprometen personalmente en el caso, se humanizan en un contacto íntimo.
En el irrevocable dolor consanguíneo de la víctima Impar, el protagonismo del padre, con credenciales de prestigio, se in-forma y con-forma con el verosímil del imaginario cinematográfico del héroe individual de Hollywood, el que quiere y puede oponerse al sistema porque carece de mácula, no tiene fallas y porque no puede ser sospechado de participación política; por eso, además, debe actuar. El suyo tiene la pureza de un reclamo que nos interpela a todos, como padres o hijos de este país. Paladín de la justicia por-venir; la que se anuncia en la ley por enunciar.
Su desvío honroso y su legitimidad se emplazan también desde el umbral de otra civilidad y otra figura de sociedad civil, adecentada e institucionalizada. Lejos se evocan, como difuminadas por contraste, las figuras de justicia por mano propia, los grupos vecinales de autodefensa arengados por funcionarios públicos y políticos; los actos de apoyo a los garantes de la represión asociados al pasado de la violencia estatal que han poblado intermitentemente la escena mediática configurando el campo de experiencia (no solo mediática) de la democracia postdictatorial de la Argentina.
Desde un neo-decoro cívico, desde las biénseànces y la competencia mediática performativa; el padre instruye y moraliza acerca de las prácticas que, desde el nuevo orden prescriptible, deben observar los piqueteros para los reclamos y educa para lograr el cambio de estilo en la gestión de las demandas, a fin de que logren la misma adhesión societal y porosidad y permeabilidad institucional que tuviera su reclamo, a la vez que contribuyan a restituir la imagen internacional de la Argentina, tan deslucida.
Entre el sentimiento del desgarro y la competencia comunicacional, se erige el nuevo tipo, ahora heroificado, de la participación y del control social de la política de seguridad. Justicia blanca, sin mancha, conciudadano de los legales, cófrade de los
institucionalizados, hermandad de los integrados, la muerte del Impar marca la nueva divisoria entre víctimas y victimizantes.
La emergencia judicial que declara y decreta el petitorio instala el tempus societal del conjuro y traduce la urgencia de la defensa ante la amenaza de una horda que (nos) asedia; en su doxa deniega la atribución de mayor poder a las mismas fuerzas de seguridad que participan de lo delictual; consolida el glosario que vuelve sinónimos, otra vez, la seguridad a la represión legitimando la violencia institucional y fantasea el control social del delito por pura institucionalización, como si enunciara, ahora sí, el origen de la fraternidad en nombre de la ley, la del padre.
(In)Conclusiones
Benjaminiana elipsis y desconexión de la construcción mediática de actualidad, en el recinto monitoreado para medir la dilación o inmediatez del tratamiento y promulgación de las leyes, las bancas que las pantallas televisivas y las ediciones periodísticas visibilizaban estaban pobladas de los personajes públicos que consolidaron la galería y el elenco estable de políticos que hicieran de los 90 la década regresiva, por
el ausentamiento de justicia y por la expropiación de derechos. Atomización, sabotaje de la narración, la amnesia selectiva de los medios, al menos los de mayor impacto en la formación de opinión pública, elidieron, hicieron lacunar la continuidad de una clase política que no se fue, a pesar de la consigna infamante “que se vayan todos”, a la vez juicio y sentencia espectacularizada pero ya metabolizada. Neutralizada.
En esas operaciones de construcción del efecto-presente en devenir que es la actualidad, también quedaron elididas las continuidades y entramados partidarios que han marcado una recurrente cultura autoritaria y antigarantista basada en la política de mano dura, en la cruzada a bala limpia en la cual más de un candidato en el conurbano bonaerense era habilitado legítimamente por su prontuario represor en nombre de la seguridad ciudadana, como figura salvífica ante los delitos comunes (y no ante los ilegalismos del cotidiano de las fuerzas policiales y de seguridad).
El proceso de enunciación de la ley en nombre del padre, enuncia un nuevo estadio en el que la clase política es ventriloquiada por el Padre Impar, en nombre de la gente; la delegación representativa ha sido sustituida por la voz del sentido común ante la urgencia amenazante de la horda primitiva. Y los tiempos e intermediarios mediáticos se exhiben y tematizan como los nuevos modos de canalización de los procesos legislativos, produciendo el efecto de que las evidencias eximen de la intervención de profesionales y saberes específicos, de deliberación polémica y de políticas integrales de inclusión. Las evidencias están ahí para señalar que no hay complejidad para dar respuesta a la violencia; lo social es una transparencia y sus mecanismos son controlables.
Para ciertos desarrollos teóricos de los 90 en torno a control social de la política a través de los medios, este caso podría ser la concreción más perfecta de sus postulados; excepto que en esas líneas de conceptualización y análisis, la participación ciudadana de la sociedad civil es siempre un constructo celebratorio de progresismo y ampliación de derechos o, al menos, de su defensa.
Se está lejos de esa dinámica cuando esta triple relación alimenta una cultura política autoritaria y pone en evidencia una sociedad civil regresiva, en la que se mimetiza el discurso de la eficacia con el antigarantismo; el de la represión con el de la seguridad; el de la segregación victimizante sobre la retextualización societal a largo plazo, bajo la solicitud emotiva de una teatrocracia, ahora emplazada en la competencia
mediática de una clase que domina la escena de la polis y retrotrae al Creonte deslegitimado de la Agamben,democracia exclusoria.

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